TARTA MOUSSE DE FRESA SIN HUEVO

BASE DE LA TARTA Empezaremos por hacer la base de la tarta. Para ello trituramos 15 ó 17 galletas sin gluten, tipo galletas María, hasta que quede un polvo fino y las mezclamos con 60 gramos de mantequilla fundida. Engrasamos un molde desmontable de 22 cms y, como el mío es un molde ajustable lo pongo directamente encima del plato donde voy a servir la tarta. Echamos dentro las galletas trituradas y, con una cuchara las esparcimos uniformemente por el fondo del molde. Cuando ya están bien repartidas, con la ayuda de un vaso de base plana, las prensamos para que queden bien compactas. Reservamos el molde dentro de la nevera.

RELLENO Toma 250 gramos de fresas lavadas y partidas y vuélcalas al vaso triturador para hacer un puré de fresas. Lo pasamos por un colador fino y lo reservamos.

En un vaso hidratamos 10 gramos de gelatina neutra sin gluten con un poquito de leche de la que tenemos preparada, algo menos de la mitad. La dejamos unos cinco minutos y vamos poniendo a calentar el resto de la leche en un cazo y a fuego medio porque no nos interesa que hierva. Cuando la leche ya está caliente le añadimos la gelatina hidratada y removemos con la varilla manual para que se disuelva. A continuación, añadimos el puré de fresas y seguimos removiendo. Lo apartamos del fuego y dejamos que se temple.

En un bol que esté frío de la nevera echamos 500 mililitros de nata para montar también bien fría. Le añadimos el azúcar y batimos con las varillas eléctricas hasta que esté la nata semi montada. En cuanto veas que ya se dibujan formas, paramos y le añadimos la mezcla anterior. Seguimos batiendo hasta que se haya mezclado muy bien y ya podemos rellenar la tarta. La repartimos bien para que quede lisa y la ponemos en la nevera un par de horas.

COBERTURA Para hacer la cobertura he preparado, otra vez, puré de fresas. Hidratamos 4 gramos de gelatina sin gluten con una cucharada de agua durante cinco minutos y ponemos el puré de fresas a calentar. Le echamos 125 gramos de azúcar y lo disolvemos. Como ves, el puré de fresas hace un poco de espuma y esto haría que la cobertura quedara fea. Lo que podemos hacer es, con una cucharita, ir quitando la espuma. Añadimos la gelatina hidratada, removemos y, si es necesario, acabamos de quitar la espuma que haya podido aparecer y cuando ya prácticamente no quede, dejamos templar la mezcla fuera del fuego.

Sacamos la tarta de la nevera, ya ves que en dos horas habrá cuajado y tiene una textura consistente. Y ya para acabar he adornado la tarta con unas láminas de fresa, la cobertura por encima y una fresa con forma de flor en el centro. Pero esto ya lo dejo al gusto de cada uno. La ponemos en la nevera un par de horas más para que cuaje la cobertura.