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Tiempo Prep15 minutos
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Tiempo cocción20 minutos
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Comensales4
En este delicioso pollo en salsa de cebolla y vino blanco, las cebollas pochadas se combinan a la perfección con el jugoso y delicado pollo. El producto final es una mezcla exquisita que tentará tus papilas gustativas con cada bocado.
El pollo encebollado en salsa se puede disfrutar de muchas formas diferentes. Puede servirse con arroz blanco, puré de patatas o incluso en un sándwich. Además, puedes añadir tus propios toques personales, como hierbas frescas o especias. En este sentido, la adición de un toque de vino blanco le agrega aún más profundidad al plato.
La versatilidad del pollo en platos culinarios
El pollo es uno de los ingredientes más versátiles en la cocina, lo que lo convierte en una elección popular para una amplia gama de platos. Desde asados jugosos y tiernos (como el pollo a la cazuela) hasta frituras crujientes (como los nuggets), el pollo se adapta a diferentes métodos de cocción y se combina perfectamente con una variedad de sabores y condimentos.
Su textura suave y sabor suave lo convierten en una excelente base para experimentar con diferentes ingredientes y técnicas culinarias. Además, el pollo es una excelente fuente de proteínas magras, lo que lo convierte en una opción saludable para incluir en nuestra alimentación diaria. Y más si se opta por emplear pechugas de pollo ecológico.
Beneficios para la salud de incorporar pollo y cebolla en la dieta
Además de su delicioso sabor, la combinación de pollo y cebolla también ofrece numerosos beneficios para la salud. El pollo es una excelente fuente de proteínas magras, que son esenciales para el crecimiento y reparación muscular, así como para el buen funcionamiento del sistema inmunológico. También es una fuente de vitaminas del complejo B, como la niacina y la vitamina B6, que ayudan a mantener la salud del cerebro y del corazón.
Por otro lado, las cebollas contienen compuestos antioxidantes y antiinflamatorios, como los flavonoides y los compuestos de azufre, que pueden ayudar a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares y promover una buena salud digestiva. Por consiguiente, al preparar este pollo encebollado casero estamos creando una comida deliciosa y nutritiva.
Recetas alternativas al pollo en salsa de cebolla y vino
La combinación de pollo y cebolla se encuentra en numerosas recetas populares de todo el mundo. Explorar diferentes cocinas nos permite descubrir una variedad de platos que celebran esta combinación perfecta.
Desde el clásico pollo cordon bleu francés, que combina pollo relleno con cebolla y queso, hasta el pollo tikka masala indio, en el que el pollo se marina en una salsa de cebolla y especias, cada cultura tiene su propia forma única de combinar estos ingredientes. A través de estas recetas, podemos apreciar la diversidad culinaria y la riqueza de sabores que el pollo y las cebollas pueden ofrecer.
Mi pollo con salsa de cebolla y vino blanco
El pollo encebollado al vino es un plato que cautiva los sentidos y satisface el hambre con su combinación de sabores únicos. Dada la versatilidad de su presentación, este plato nunca deja de impresionar. Entonces, la próxima vez que desees disfrutar de un plato delicioso y reconfortante, no dudes en probar este pollo encebollado fácil. Te garantizo que no te decepcionará.
Ingredientes
POLLO EN SALSA DE CEBOLLA Y VINO BLANCO
Pasos
Hoy vamos a cocinar pollo con salsa de cebolla, sin gluten, claro.
Tenemos 4 pechugas de pollo, una por persona, y las vamos a filetear. Separamos el solomillo y partimos en dos o tres filetes según el tamaño de las pechugas. Tienen que quedar filetes no demasiado gruesos ni demasiado finos. Ponemos sal a los filetes, un poquito de pimienta molida, les damos la vuelta y salpimentamos también por el otro lado.
Ponemos a calentar una cazuela con un poco de aceite, no demasiado, y vamos enharinando los filetes de pollo con la harina sin gluten. Sacudimos un poco para que caiga la harina que sobra. Y cuando el aceite ya está caliente marcamos los filetes por ambos lados. Solo tienen que freírse por fuera y el interior debe quedar crudo. Les damos la vuelta y repetimos la operación con el resto de filetes.
Sofreímos las dos cebollas ralladas en el mismo aceite donde hemos frito el pollo. Después de un par de minutos añadimos los dos ajos, también rallados o picados bien chiquititos, si lo prefieres. Y añadimos, también dos hojas de laurel. Sofreímos a fuego medio-bajo y vamos removiendo a menudo para que no se queme.
Salpimentamos al gusto. Removemos de nuevo… Y cuando el sofrito está bien pochado, echamos medio vaso de vino de cocinar o vino blanco, como prefieras. Lo dejamos evaporar unos cinco minutos, sacamos las hojas de laurel y lo pasamos a la batidora. Le agregamos el caldo de pollo, pero no todo de golpe. Nos reservamos un poco, porque tiene que quedar una salsa espesa. Si es necesario le añadimos más. Cuando ya tenemos una salsa fina y espesita, la volvemos a poner en la cazuela, introducimos los filetes de pollo, probamos la salsa y, si es necesario, rectificamos de sal. Lo ponemos a fuego suave para que haga chup-chup unos diez minutos. Y nuestro pollo con salsa de cebolla ya está listo. Sólo nos queda emplatar y espolvorear con un poquito de perejil picado por encima.
Conclusión
El pollo con salsa de cebolla es un plato delicioso y sabroso que combina un ingrediente muy económico, el pollo, con una salsa rica y aromática a base de cebollas. Para enharinar el pollo puedes utilizar harina sin gluten o maicena, lo que convierte este delicioso segundo plato en una comida sin gluten. Anímate a prepararlo y verás lo fácil y rápidamente que lo tienes listo.
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POLLO EN SALSA DE CEBOLLA Y VINO BLANCO
Ingredientes
POLLO EN SALSA DE CEBOLLA Y VINO BLANCO
Siga las instrucciones
Hoy vamos a cocinar pollo con salsa de cebolla, sin gluten, claro.
Tenemos 4 pechugas de pollo, una por persona, y las vamos a filetear. Separamos el solomillo y partimos en dos o tres filetes según el tamaño de las pechugas. Tienen que quedar filetes no demasiado gruesos ni demasiado finos. Ponemos sal a los filetes, un poquito de pimienta molida, les damos la vuelta y salpimentamos también por el otro lado.
Ponemos a calentar una cazuela con un poco de aceite, no demasiado, y vamos enharinando los filetes de pollo con la harina sin gluten. Sacudimos un poco para que caiga la harina que sobra. Y cuando el aceite ya está caliente marcamos los filetes por ambos lados. Solo tienen que freírse por fuera y el interior debe quedar crudo. Les damos la vuelta y repetimos la operación con el resto de filetes.
Sofreímos las dos cebollas ralladas en el mismo aceite donde hemos frito el pollo. Después de un par de minutos añadimos los dos ajos, también rallados o picados bien chiquititos, si lo prefieres. Y añadimos, también dos hojas de laurel. Sofreímos a fuego medio-bajo y vamos removiendo a menudo para que no se queme.
Salpimentamos al gusto. Removemos de nuevo… Y cuando el sofrito está bien pochado, echamos medio vaso de vino de cocinar o vino blanco, como prefieras. Lo dejamos evaporar unos cinco minutos, sacamos las hojas de laurel y lo pasamos a la batidora. Le agregamos el caldo de pollo, pero no todo de golpe. Nos reservamos un poco, porque tiene que quedar una salsa espesa. Si es necesario le añadimos más. Cuando ya tenemos una salsa fina y espesita, la volvemos a poner en la cazuela, introducimos los filetes de pollo, probamos la salsa y, si es necesario, rectificamos de sal. Lo ponemos a fuego suave para que haga chup-chup unos diez minutos. Y nuestro pollo con salsa de cebolla ya está listo. Sólo nos queda emplatar y espolvorear con un poquito de perejil picado por encima.
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