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Tiempo Prep15 minutos
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Tiempo cocción40 minutos
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Comensales4
Disfruta al máximo con estos irresistibles carquinyolis artesanales sin gluten, el sabor tradicional ahora disponible para aquellos que siguen una dieta sin gluten.
No te pierdes la video receta de este postre típico de Cataluña y Valencia.
Descubriendo los carquinyolis artesanales sin gluten
Los carquinyolis son pequeños y crujientes biscotes que han conquistado los paladares de generaciones en Cataluña. Originarios de la región, estos dulces son el complemento perfecto para acompañar un buen café, una mousse de turrón o una copa de vino dulce. Ahora, con nuestra receta adaptada, todos podrán disfrutar de este manjar sin preocupaciones, ya que están libres de gluten.
¿Quién inventó los carquinyolis y cuándo se comen?
Los carquinyolis, también conocidos como biscotes o cantuccini en otras regiones, tienen su origen en la región de Cataluña, España. Su historia se remonta a tiempos antiguos, y aunque no se puede señalar a una persona específica como su inventor, se cree que este delicioso bocado ha sido parte de la tradición catalana durante generaciones.
Una de las empresas que ha popularizado los carquiñoles es Rifacli, si bien, no tiene opciones aptas para celíacos.
La receta básica de los carquinyolis consiste en almendras y masa endulzada que se hornea dos veces para lograr esa textura crujiente característica. Aunque el origen preciso es difícil de rastrear, la popularidad de estos biscotes se ha extendido a lo largo de los años, y hoy en día son un elemento común en la pastelería catalana y más allá.
En cuanto al momento ideal para disfrutar de los carquiñolis caseros, se pueden disfrutar en diversas ocasiones, aunque tradicionalmente en navidad. En esas fechas te puede interesar también preparar un roscón de reyes súper tierno apto para celíacos.
Habitualmente, se sirven como acompañamiento de café o vino dulce, pero también son populares como merienda o postre. Su textura crujiente los hace ideales para mojar en bebidas calientes, realzando así su sabor.
Comparte el placer de los carquinyolis caseros sin gluten
Estos deliciosos biscotes son perfectos para compartir con amigos y familiares, o simplemente para disfrutar en solitario con tu bebida favorita. La cocina sin gluten no tiene por qué ser complicada ni privarte de los placeres de la vida culinaria. ¡Disfruta cada bocado y comparte la alegría de cocinar para todos!
Ingredientes
CARQUINYOLIS ARTESANALES SIN GLUTEN
Pasos
Hoy preparamos unos deliciosos y crujientes carquiñolis sin gluten.
En un bol echamos la harina sin gluten, el azúcar, media cucharadita de café de canela, la levadura química y la ralladura de la piel de un limón. Removemos con una cuchara hasta que todos los ingredientes secos queden bien mezclados. Añadimos un huevo y el anís y amasamos con las manos bien limpias. Si vemos que la mezcla está muy seca y no se acaba de unir, podemos añadir un poco más de anís. Seguimos amasando y, como cuesta un poco de trabajar, pasamos la masa encima de la mesada.
Cuando ya se han unido todos los ingredientes, ponemos las almendras y seguimos mezclando para integrarlas en la masa. Espolvoreamos un poco de harina por encima y nos enharinamos también las manos. Hacemos un rollito con la masa, lo pasamos a una bandeja de horno con un papel sulfurizado y lo aplanamos un poquito, no mucho. Ya lo podemos poner en el horno, precalentado a 180 grados, con calor arriba y abajo, y colocamos la bandeja en la parte media-alta durante unos 30 minutos o hasta que este doradita.
Ahora, con mucho cuidado de no quemarnos, la tenemos que cortar mientras aún está caliente para que no se endurezca. Podemos hacer trozos como de cinco milímetros o más delgados, como prefieras pero con este grosor se rompe menos. Si algún trozo se rompe un poco no pasa nada, estará igual de rico.
Volvemos a colocar los trozos en la bandeja del horno, los ponemos planos, y los horneamos cinco minutos más por cada lado a la misma temperatura. Pasados estos 10 minutos, los colocamos encima de una rejilla hasta que enfríen y verás cómo quedan de crujientes y de ricos. Si los tienes que guardar te aconsejo que los pongas en una lata o una fiambrera con un papel de horno debajo y otro arriba y los tendrás perfectos durante varios días, ¡aunque ya te digo yo que se van a acabar enseguida!
Conclusión
Si te ha gustado esta receta, por favor, déjame un comentario, compártela y acompaña estos ricos carquiñolis con café, té o un chocolate caliente.
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CARQUINYOLIS ARTESANALES SIN GLUTEN
Ingredientes
CARQUINYOLIS ARTESANALES SIN GLUTEN
Siga las instrucciones
Hoy preparamos unos deliciosos y crujientes carquiñolis sin gluten.
En un bol echamos la harina sin gluten, el azúcar, media cucharadita de café de canela, la levadura química y la ralladura de la piel de un limón. Removemos con una cuchara hasta que todos los ingredientes secos queden bien mezclados. Añadimos un huevo y el anís y amasamos con las manos bien limpias. Si vemos que la mezcla está muy seca y no se acaba de unir, podemos añadir un poco más de anís. Seguimos amasando y, como cuesta un poco de trabajar, pasamos la masa encima de la mesada.
Cuando ya se han unido todos los ingredientes, ponemos las almendras y seguimos mezclando para integrarlas en la masa. Espolvoreamos un poco de harina por encima y nos enharinamos también las manos. Hacemos un rollito con la masa, lo pasamos a una bandeja de horno con un papel sulfurizado y lo aplanamos un poquito, no mucho. Ya lo podemos poner en el horno, precalentado a 180 grados, con calor arriba y abajo, y colocamos la bandeja en la parte media-alta durante unos 30 minutos o hasta que este doradita.
Ahora, con mucho cuidado de no quemarnos, la tenemos que cortar mientras aún está caliente para que no se endurezca. Podemos hacer trozos como de cinco milímetros o más delgados, como prefieras pero con este grosor se rompe menos. Si algún trozo se rompe un poco no pasa nada, estará igual de rico.
Volvemos a colocar los trozos en la bandeja del horno, los ponemos planos, y los horneamos cinco minutos más por cada lado a la misma temperatura. Pasados estos 10 minutos, los colocamos encima de una rejilla hasta que enfríen y verás cómo quedan de crujientes y de ricos. Si los tienes que guardar te aconsejo que los pongas en una lata o una fiambrera con un papel de horno debajo y otro arriba y los tendrás perfectos durante varios días, ¡aunque ya te digo yo que se van a acabar enseguida!
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